lunes, 20 de octubre de 2014

Wearables. Con los datos a cuestas

             "Caminante, son tus huellas
           el camino y nada más;
           Caminante, no hay camino,
           se hace camino al andar.
           Al andar se hace camino,
           y al volver la vista atrás
           se ve la senda que nunca
           se ha de volver a pisar.
           Caminante no hay camino
           sino estelas en la mar " 
Como bien dice Antonio Machado, caminante no hay camino, se hace camino al andar. Lo que no podía imaginar el poeta es que el caminante podría escuchar su música favorita y registrar con un reloj sus constantes vitales mientras camina por tierras de Castilla, a la vez que unas gafas harían fotos del paisaje enviándolas al instante a sus redes sociales y sus zapatillas registrarían sus pasos e incluso ayudadas por un sistema de geolocalización podrían guiarle en su camino.

Hace unas semanas asistí en Ifema al eShow Madrid 2014 y una de las palabras que más escuché fue wearables, y un año, 2015, como el año del despegue definitivo en el que estos gadgets tendrían un mayor protagonismo.

wearable
Momento de la charla de Javier Sirvent (Zerintia Tecnologies) sobre Wearable marketing
 Pero, ¿qué es un wearable?

Podríamos decir que son dispositivos electrónicos que se incorporan en alguna parte de nuestro cuerpo permitiendo una interacción entre el dispositivo (que recoge y emite datos) y el usuario, y también con otros dispositivos como el smartphone. Siendo un paso más entre la fusión del hombre y el microprocesador. 
Y si con el smartphone la tendencia era tener todo en un dispositivo, con los wearables es todo lo contrario, se descentraliza para tener acceso a las aplicaciones desde las distintas partes de nuestro cuerpo en las que llevemos puesto el gadget.

En la actualidad, el máximo exponente en lo que a wearables se refiere, lo encontramos en los smartwatches y wristbands (pulseras). Dispositivos que permiten controlar aplicaciones y funciones de nuestro smartphone como correo electrónico, sms, redes sociales, entrenador personal o reproductor de música.

Y puesto que en este nuevo campo nadie quiere dejar de hacerse hueco, los grandes ya han lanzado sus propuestas. Apple anuncia la venta de su Apple Watch para 2015. La llegada del Sony Smartwatch parece ser que es inminente y también la del Smartwatch de Microsoft, cuya propuesta de valor parece ser que residirá en la mayor duración de la batería. 
Pero también otros intentan posicionarse y buscan la diferenciación frente a los anteriores. Hasta ahora los smartwatches por ejemplo, disponían de aplicaciones que enviaban y recibian datos del Smartphone, una nueva generación de dispositivos nos permite almacenar y procesar datos de forma independiente,  ya lo hace the Puls, un brazalete que incorpora comunicación (teléfono, sms, mail), reproductor de música, redes sociales, control de variables como los pasos al caminar (entrenador personal) y GPS-maping. 



Wearables, smartwatch
Imagen de Freepik.com



Sin embargo, el universo wearable no sólo se compone de relojes y pulseras inteligentes, existen otros dispositivos como gafas o zapatillas que van mucho más allá de su propia funcionalidad intrínseca.
Tenemos pues gafas interactivas (Smart glasses) que abren definitivamente la puerta a la realidad virtual o aumentada. Google abrió la senda con sus archiconocidas Google Glasses que permiten obtener la información del smartphone ante nosotros y sin bajar la vista. Todo ello con el uso de la voz, mediante la cual se puede ordenar hacer una foto, grabar un vídeo, iniciar una búsqueda en el buscador, enviar mensajes u obtener direcciones. También Sony quiere ampliar gama en wearables, y para ello está ultimando el lanzamiento de las Sony SmartEyeGlass.


Wearables, smartglasses
Imagen de freepik.com

Y como antes mencionaba, el mundo del calzado también se apunta a la era smart gadget, aunque éste aún no se encuentra en un estadio muy desarrollado.
Hace unos meses, oimos hablar de las Lechal, lanzadas por Ducere Technologies y que cuentan con un dispositivo de geolocalización que vibra para mostrarnos el camino a seguir.


No cabe duda que los wearables han llegado para quedarse en nuestras vidas y de ahora en adelante asistiremos al lanzamiento de dispositivos cada vez más sofisticados. Si a ello unimos la tecnología beacon (sensores) las posibilidades se multiplican. Podemos hablar por ejemplo de sistemas de geolocalización y el abanico de posibilidades que ello ofrece para una máxima personalización en marketing. De domótica en el hogar activando/desactivando e interactuando con electrodomésticos inteligentes. También el ámbito sanitario sufrirá una revolución con estas tecnologías, pudiendo registra pulsaciones o niveles de tensión que nuestro médico de cabecera podrá recoger en nuestra ficha personal digitalizada, y con el avance en medicina preventiva que ello puede suponer. Se habla incluso de sensores implantados en el organismo que recogerían niveles de glucosa y transmitirían una orden a un aparato dispensador que suministraría la dosis adecuada.

También en relación con lo anterior, imaginemos lo que esta emisión de datos procedentes de nuestro organismo puede suponer para el marketing en un futuro, podremos hablar de marketing de sentimientos, si se llega a conocer el estado de ánimo mediante signos vitales como la tensión o el pulso, la compañía podrá dirigir sus impactos con una precisión absoluta. Si el usuario está enfadado será conveniente no molestarle o dirigirse a él con el mensaje adecuado.

Más allá de las funcionalidades que son evidentes. Los grandes retos que estos avances plantean son también enormes, sobre todo en el ámbito de la privacidad y también en el de la medición de datos, que verá incrementar aún más la cuantía de datos (El big data será aún más big) y la necesidad más que nunca de una medición multicanal o multidispositivo.

El futuro de ciencia ficción que Hollywood nos ha venido proponiendo está más cerca que nunca.

Cómo imaginas tú los wearables del futuro?






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